Hemos aprendido que tenemos que luchar por lo que queremos y no darnos por vencidos, pero cuando se trata de una relación de pareja, en el momento que una de las partes dice que ya no nos quiere, todo está dicho. Cuando alguien ya no nos ama, no importa cuanto nos esforcemos, no hay poder humano que pueda cambiar la opinión de la otra persona.
Tenemos que aprender a aceptar un no por respuesta. No es sencillo, pero cuando el amor muere, no hay forma de revivirlo, se acabó. Ten en cuenta que lo único que se acabó es tu historia al lado de esa persona, porque tu vida sigue, tu ya existías y vivías feliz antes de conocerla. Este es un nuevo capítulo, otra oportunidad para aprender y crecer.
Puedes imaginar lo feo que debe ser estar con alguien que ya no te hace feliz, y seguir con esa persona por temor a estar solo. Tenemos que evitar que el miedo nos orille a tomar decisiones equivocadas.
Los siguientes son puntos clave para aceptar el termino de una relación:
- Analiza las consecuencias de tus actos
No te dejes llevar por el dolor o el enojo, cuando te sientes lastimado estás más propenso a tomar malas decisiones o impulsos del momento, hay quienes tienen intimidad con personas que no les interesa solamente para sentir que alguien los desea.
- Toma el control de tu vida
Tienes derecho a sentirte triste, con enojo o apatía, pero la frustración no debe de interrumpir tu vida, debes seguir realizando tus actividades diarias, no puedes descuidar otros aspectos de tu vida porque te sientes mal. Todo pasa te lo aseguro, pero si te estancas y autocompadeces alargas el sufrimiento. Piensa en tus metas y sueños, enfócate en eso.
- Desaparece los recuerdos
Todo lo que te impida olvidar o te recuerde a tu expareja tiene que salir de tu vida. Las cartas, peluches, fotos, etc., se tienen que ir. Hay quienes aseguran que se pueden quedar con obsequios y recuerdos de sus ex, pero hay que ser honestos con nosotros mismos y decidir que ningún regalo está por encima de nuestra estabilidad emocional. Al deshacerte de todas esas cosas puedes hacer catarsis de la situación, o sea, te puedes dar cuenta de lo significativo de dejar ir, tu mente se grabará que ya no te importa.
- Acepta que ya no te quiere
Para muchos aceptar que ya no hay amor es el paso más difícil, pero es lo más importante, recuerda que el amor no se mendiga, no cometas el error de buscarle para rogarle, ni platicar, ni salir, mucho menos para tener sexo. Además si él o ella fue quien terminó, lo más probable es que no quiera. Acéptalo y respétalo.
- Piensa qué aprendiste
Todo nos deja algún aprendizaje, las cosas que no salieron bien las puedes analizar para que no se repitan. Sólo viene otro capítulo de tu vida y en ti está que sea mejor, más personas vendrán y no dudes que conocerás a alguien que te quiera bien y merezca estar a tu lado.
¿POR QUÉ PARECE TAN DIFÍCIL?
Aceptar que alguien que amamos ya no está con nosotros no es nada fácil, no basta con asumir la pérdida, se debe de hacer más, se necesita la separación afectiva de esa persona.
Cuando existe dependencia psicológica hacia alguna persona, esto no desaparece porque esa persona se quiera separar o alejar de nosotros, se necesita romper con los lazos afectivos que nos unen al otro para poder superar esto.
Separarse de un ser querido que ha muerto para seguir con nuestra vida es difícil y requiere tiempo pero es necesario para cerrar un proceso de duelo. La extensión o duración del duelo depende de cada persona, una vez superado, nuestro ser querido queda en nuestra memoria biográfica, tranquilo, en paz, rodeado de nuestro afecto.
El problema surge cuando nos aferramos a esa persona y surgen sentimientos que nos dificultan cada vez más el dejar ir a nuestro ser querido.
3 sentimientos que impiden la separación:
- LA CULPA
Los pensamientos repetitivos sobre si lo pudimos hacer mejor o diferente e incluso culparnos por haber pensado en aquél momento de debilidad o agotamiento emocional “ojala acabe todo pronto”, lo que hacen realmente, es que sigamos “conviviendo” con esa persona.
- EL RENCOR
Estamos enfadados y así se lo queremos hacer saber con nuestros reproches por dejarnos. Ha quedado en deuda con nosotros. Nuestro rencor o rabia lo que hace es mantener presente a quien ya no está.
- LA NEGACIÓN
Se trata de la llamada Anestesia Afectiva, en la que aparecen todo tipo de conductas compensatorias que impiden enfrentarse a la realidad de nuestra pérdida y en general, de manera bastante compulsiva; Consumo de alcohol, tabaco o drogas, comer, compras, lo que sea con tal de negar la realidad.
Cada vez que la realidad de nuestra pérdida aparece, la conducta alternativa se lleva a cabo para evitar enfrentarnos a esa realidad.
Los cambios que hacen que vayamos superando el duelo según pasa el tiempo son el indicativo de que vamos bien, si nos estancamos en el tiempo sin que se produzcan cambios en la dirección de la superación,es el momento de pedir ayuda especializada.