El deseo de amar y de ser amado, el anhelo de ser correspondido por otra persona puede hacer que como consecuencia de la ilusión, la persona se quede estancada en una historia que repite el esquema de «ni contigo, ni sin ti» o una historia en la que más allá de las posibles evidencias, la relación nunca se concreta. Entonces, la persona vive con la ansiedad de no saber exactamente qué vinculo afectivo tiene con la otra persona o qué puede esperar.
Existen situaciones de ambigüedad que muestran un amor a medias. Un amor que solo está en el corazón de uno de los protagonistas de una historia ya que el otro, tiene una película totalmente distinta. Y es ahí donde se produce el desengaño, al tomar conciencia de que la otra persona no está en el mismo punto, ni camina al mismo ritmo.
Todo aquel que ha vivido una situación de este tipo en algún momento de su vida sabe que esta circunstancia resulta agotadora en sí misma y que la paciencia tiene un límite. Cabe comentar que es muy sano que la paciencia se agote en estas situaciones, porque eso nos ayuda a darnos cuenta de que estamos cansados y no queremos perder más el tiempo en una historia que nos devuelve tan pocas satisfacciones y tantos desencantos.
Un amor a medias es aquel en el que la historia no avanza y en el que las expectativas personales y la realidad no encajan como en un espejo. La realidad produce el dolor de la inseguridad constante al no poder poner palabras claras que describan la historia de una forma objetiva. Cuando una relación se enfría, lo primero que hay que hacer es detectar las razones de esta situación y valorar si se puede seguir adelante. Puede ser un paso muy doloroso, sin embargo, es algo necesario para avanzar en nuestras vidas.
Toma distancia
Es cierto que la ambigüedad de una de las partes no ayuda a la otra a clarificar sus sentimientos. Por esta razón, para no alimentar este juego psicológico, es prioritario aprender a tomar distancia en algún momento y alejarse, de este modo, podemos ver las cosas con mayor claridad. Es importante trabajar la independencia emocional para evitar caer en una dinámica de relación tóxica en la pareja, si algo no funciona es por alguna razón y resulta poco útil forzar algo que no parece llevar a buen puerto.
No te conformes con un amor a medias – Qué hacer cuando una relación ya no funciona
Esperar al amor de tu vida
Es importante comentar que podemos ser felices sin un tipo de compañía romántica a lo largo de nuestras vidas. Sin embargo, resulta agradable pensar que hay algo más allá del amor a medias que estamos viviendo. Conformarnos con una relación en la que no nos sentimos nada satisfechos/as no sirve de nada si vemos que, en algún momento de nuestro camino, nos podemos cruzar con el amor de nuestra vida. Saber esperar en el amor no es una tarea sencilla, no obstante, puede ser la mejor decisión si lo que queremos es compartir nuestras vivencias con alguien que valga la pena.
Jamás sabremos quién puede ser el amor de nuestras vidas hasta que no pase el tiempo y experimentemos con esa persona vivencias que jamás hubiéramos creído posibles. Es por ello que la paciencia en el amor es fundamental para lograr tener una relación fuerte y estable.
No te conformes con un amor a medias – Esperar al amor de tu vida
Nunca te conformes con un amor a medias
Una persona es mucho más que alguien al servicio de los caprichos y la atención de alguien que no le merece, debemos evitar caer en una dinámica de dependencia y toxicidad basadas en una relación sin amor real, sin fundamento. Desde que somos pequeños se nos ha enseñado a vivir en pareja, a buscar nuestra media naranja cuando, en realidad, cada uno de nosotros/as somos naranjas enteras. Empezar a cultivar nuestra individualidad es el primer paso para salir de una relación de amor a medias, aprender que merecemos algo más que las migajas del amor es algo imprescindible para sanar las heridas del alma y del corazón.
Una mala relación no solamente implica un amor a medias, en ocasiones, también nos encontramos con maltrato psicológico en la pareja e incluso físico, en estos casos es importante aprender a salir de ello y detectar las conductas de la otra persona que nos puedan hacer daño. Si lo vemos necesario, podemos consultar a un especialista para que nos ayude a salir de esta situación y nos de herramientas para que podamos superar esta mala experiencia.
De todo se aprende y de los baches siempre se puede sacar algo bueno. En este caso, después de salir de una relación de amor a medias, habremos aprendido a diferenciar una dinámica errónea de una buena relación. Además, es posible que hayamos aprendido a querernos un poco más independientemente de si tenemos pareja o no.