Como ya sabemos, las enfermedades físicas están directamente relacionadas con las enfermedades psicológicas y viceversa. Una persona que padece de una enfermedad crónica tiene muchas posibilidades de sufrir de alguna enfermedad mental, entre ellas destacan los trastornos depresivos y de ansiedad.
La fibromialgia es una de las enfermedades crónicas que hasta el momento no tiene una cura definitiva y se caracteriza principalmente por un dolor musculoesquelético intenso así como también por una sensación de cansancio extrema, parestesia en las extremidades, entre otros síntomas. Por otro lado, la depresión es un trastorno mental que está caracterizado por un desinterés general y una sensación de vacío y tristeza extrema constante. En este artículo voy os a darte a conocer cuál es la relación entre fibromialgia y depresión y a brindarte más información acerca de ambos padecimientos.
Síntomas físicos y psicológicos de la depresión
Es perfectamente normal que en algunos momentos de nuestras vidas experimentemos tristeza y desesperanza debido a las situaciones difíciles que se nos vayan atravesando en la vida.
Lo normal es que esos sentimientos desaparezcan después de un tiempo y que no nos impidan seguir llevando una vida normal en donde podamos seguir realizándonos. Sin embargo, la depresión es un trastorno mental que se caracteriza porque la persona que la sufre experimenta sentimientos de tristeza, desesperanza y abatimiento se presentan de manera muy intensa y continua, los cuales afectan de manera directa distintas áreas de su vida como la social, laboral, personal, etc.
Las personas deprimidas tienen a sentirse constantemente cansadas, desmotivadas, su rendimiento y concentración disminuyen considerablemente, se encuentran irritadas, tristes, desesperanzadas y pueden tener problemas de sueño como insomnio o hipersomnia. Algunos de los síntomas que manifiesta en su día a día una persona deprimida, son los siguientes:
- Cansancio extremo
- Confusión
- Dificultad para concentrarse
- Sentimientos de vacío
- Tristeza
- Desesperanza
- Fatal de motivación
- Pérdida de energía
- Sentimientos de inutilidad
- Problemas de sueño
- Irritabilidad
- Dolores musculares y/o estomacales
Cuando hablamos de fibriomilagia nos referimos a un padecimiento reumatológico en el que las personas afectadas sufren de dolores intensos musculoesqueléticos así como también de una fatiga extrema. Esta enfermedad es mucho más frecuente en mujeres que en hombres y puede aparecer prácticamente a cualquier edad, sin embargo es muy común que aparezca en personas de mediana edad. Algunos de los síntomas más comunes de la fibriomialgia son los siguientes:
- Dolores musculares en distintas partes del cuerpo.
- Fatiga y cansancio excesivos provocados por llevar a cabo tareas que requieren de poco esfuerzo. Este puede no desaparecer incluso aunque la persona tenga un descanso adecuado.
- Sensación de entumecimiento, hinchazón, contracturas en los músculos, calambres en las extremidades, temblor.
- Trastorno del sueño (problemas para dormir, no tener un sueño reparador, despertarse en muchas ocasiones por la noche)
- Problemas cognitivos que pueden dar lugar a la falta de concentración, pérdida de memoria y dificultad para adquirir un nuevo aprendizaje.
Después de conocer algo más acerca de lo que es la depresión y la fibriomialgia, finalmente vamos a dar respuesta a la pregunta principal: ¿cuál es la relación entre fibriomialgia y depresión? Basándonos en los estudios científicos que se han llevado a cabo hasta ahora, cabe destacar que se ha encontrado que existe una alta comorbilidad entre la fibriomilagia y la depresión.
Un 30% de personas que padecen de fibriomialgia también padecen de depresión, sin embargo también se ha encontrado que un 60% de personas con fibriomialgia han tenido depresión en algún momento de su vida. A pesar de que ambas enfermedades están muy relacionadas, no ha sido comprobado que una sea causante de la otra.
Debido a los síntomas propios de la fibriomialgia, como los que ya hemos visto, las personas que la padecen se vuelven más vulnerables a desarrollar depresión ya que los intensos dolores que experimentan, el cansancio extremo, los problemas de sueño y/o el deterioro cognitivo, les impiden llevar a cabo una vida normal en donde puedan desarrollarse personal, social y laboralmente.
Todo esto tiene una repercusión enorme en el bienestar emocional de la persona, así como también el hecho de que al ser una enfermedad que no muestra signos físicos evidentes que se puedan ver a simple vista, existen muchos casos en los que las personas más cercanas al enfermo(a) no se implican demasiado con el(ella), llegando en unos casos a dejarle de lado al creer que se trata de una exageración o invento de parte del otro. Por lo que el no contar con el apoyo suficiente y el experimentar todos estos síntomas desagradables de manera continua, sin duda puede dar lugar a que se presente algún trastorno depresivo y/o de ansiedad.