El sentimiento de culpa es una emoción muy destructiva que lacera nuestras posibilidades de crecer como persona y continuar avanzando en la vida. Las situaciones que lo desencadenan son múltiples pero el factor que lo mantiene vivo es siempre el mismo: no somos capaces de perdonarnos. Afortunadamente, existen algunas estrategias que te permitirán afrontar este problema.
¿Cómo dejar de sentirse culpable por todo?
Aquí tienes algunas claves para dejar de sentirte culpable por cualquier cosa:
Busca las causas de la culpa y actúa en consecuencia. En realidad sentirse culpable no es del todo negativo, puede ser una señal que nos permita aprender de nuestros errores y crecer. Si nos sentimos culpables porque le hemos dicho algo ofensivo a alguien o porque le dedicamos demasiado tiempo al trabajo y muy poco a la familia, la culpabilidad es un signo de alarma que nos indica que debemos detenernos en el camino y reflexionar sobre lo que estamos sintiendo. Esta sería una “culpa sana” pues conduce a un cambio positivo, obviamente, siempre y cuando ajustemos nuestro comportamiento.
Asume tu cuota de responsabilidad. En este punto, más que hablar de culpa, una palabra que tiene un significado cultural altamente negativo, sería mejor hacer referencia a la responsabilidad. Analiza la situación: ¿hasta qué punto tu comportamiento o palabras han influido? ¿Qué podías hacer para evitar el daño? ¿Te comportaste de forma consciente o has cometido un error sin querer? A menudo en la base de la culpa se encuentra la creencia de que podemos controlarlo todo pero en realidad el grado de incertidumbre que existe a nuestro alrededor es altísimo y hay muchos factores se escapan de nuestras manos.
Acepta el error y aprende de él. No tenemos la posibilidad de cambiar el pasado pero podemos transformar el presente. Todos nos equivocamos, hay quienes cometen errores mayores y otros menos graves, pero lo verdaderamente importante es aprender de ellos para no volver a tropezar dos veces con la misma piedra. En vez de sentirte culpable por lo que has hecho, intenta encontrar alguna manera para reparar el daño. Si no hay forma de subsanar el error, simplemente continúa adelante con la certeza de que no lo volverás a cometer.
Habla de tus sentimientos. En vez de negar el sentimiento de culpa y todos los sentimientos negativos que suelen estar asociados a él, deja que te embarguen. No intentes esconderlos porque solo lograrás pasarlos a un segundo plano pero continuarán ejerciendo una poderosa influencia sobre ti. Lo ideal sería que hablases con otras personas sobre cómo te sientes, probablemente estas te darán nuevas perspectivas sobre la situación que no habías considerado antes y que darán pie a reflexiones más profundas.
Perdónate. Se trata del paso más complicado pero es fundamental para poder seguir adelante. Un ejercicio muy útil para perdonarse y dejar de sentirse culpable es imaginar que tenemos dentro de nosotros a un niño pequeño. ¿Qué le dirías? De seguro no le recriminarías constantemente haciendo crecer la culpa, lo más probable es que le dieras cariño y le dijeras palabras de aliento. Por tanto, cada vez que te descubras rumiando la culpabilidad, trátate como si fueses un niño pequeño que necesita comprensión y apoyo.
Busca ayuda psicológica. Si no puedes dejar de sentirte culpable, a pesar de intentarlo, busca la ayuda de un psicólogo. Técnicas como EMDR, la hipnosis o EFT seguro que te ayudarán a procesar de otra forma lo que pasó y dejarlo ir. La ayuda de una persona experta y ajena a tu vida, que no te juzgará y que comprende que errar es de humanos y que todos tenemos nuestras” miserias”, te hará ver las cosas de forma más objetiva y te ayudará a perdonarte.
Cómo dejar de sentirse culpable constantemente
Sentirse culpable constantemente impide a la persona vivir el presente y avanzar en la vida. No malgastes tu tiempo lamentándote por lo que ya pasó.