La psicosis infantil es un trastorno mental en el que se produce una alteración del pensamiento y las emociones, lo que hace que el niño pierda contacto con la realidad, pudiendo escuchar ruidos o ver cosas que no están ocurriendo realmente (alucinaciones) o creer cosas que no son ciertas (delirios). En los últimos años ha aumentado el interés por la detección precoz de este tipo de trastornos para así reducir o evitar, en la medida de lo posible, las consecuencias y el sufrimiento en la vida del niño y su familia, ya que las investigaciones indican que una intervención temprana está asociada con un mejor pronóstico y una mejor calidad de vida a largo plazo, es decir, en su vida adulta. En este artículo te muestro los tipos de psicosis infantil y sus causas, así como algunos consejos que te pueden servir de ayuda.
Hay varios trastornos ya sean mentales o no que pueden dar lugar a un trastorno psicótico en niños y adolescentes:
Esquizofrenia
La esquizofrenia puede diagnosticarse a cualquier edad y es la principal causa de trastornos psicóticos en adolescentes y adultos. La esquizofrenia en niños se caracteriza por la presencia de síntomas psicóticos positivos (alteraciones del pensamiento, delirios) y síntomas psicóticos negativos (aplanamiento afectivo, anergia, pensamiento y habla lentos).
Niños con psicosis parecen tener menos delirios y menos síntomas catatónicos, pero suelen presentar alucinaciones, alteraciones del pensamiento y aplanamiento afectivo.
Trastorno delirante
Es un trastorno que se caracteriza por la presencia de alucinaciones y delirios. Personas que tienen este trastorno suele tener delirios que no son extraños, podrían ocurrir en la vida real, como ser perseguido, envenenado, entre otros. Estos delirios suelen estar relacionados con una mala percepción de determinadas experiencias, es decir, el delirio podría ser una exageración de una situación real.
Trastorno esquizoafectivo
Es un trastorno mental que se caracteriza por síntomas psicóticos persistentes junto con síntomas del estado de ánimo como depresión o trastorno bipolar. Niños o adolescentes con este trastorno suelen experimentar alucinaciones y delirios junto con síntomas de manía o depresión (trastorno bipolar). Este trastorno es el que presenta mayor asociación con un peor pronóstico en niños.
Trastornos psicótico breve
Es un trastorno de corta duración que presenta síntomas psicóticos (alucinaciones y delirios). Estos síntomas aparecen sin previo aviso y el episodio dura aproximadamente 1 mes.
Trastorno psicótico inducido por sustancias
Este trastorno ocurre cuando el adolescente toma sustancias legales o ilegales de una forma que produce psicosis. Hay numerosas sustancias que se han relacionado con la aparición de psicosis o con un empeoramiento de los síntomas psicóticos, algunas de estas sustancias son:
- Alcohol: es una causa común de los episodios psicóticos. Puede ocurrir como resultado de un alcoholismo crónico, intoxicación…
- Marihuana: se ha demostrado que favorecen la aparición de los síntomas psicóticos al reducir el umbral de psicosis.
- Cocaína, alucinógenos son otras sustancias que pueden favorecer la aparición de los síntomas psicóticos.
Otros trastornos que pueden causar psicosis son:
- Depresión psicótica: un tipo de depresión grave que ocurre cuando la depresión presenta síntomas psicóticos como alucinaciones y delirios. Entre un 50 y 60 % de niños que presentan esta depresión pueden desarrollar trastorno bipolar.
- Trastorno bipolar: en algunos casos puede desencadenar psicosis ya que durante el episodio maniaco o depresivo pueden aparecer algunos síntomas psicóticos.
Causas de la psicosis infantil
Muchos investigadores creen que la causa de desarrollar un trastorno psicótico puede ser la combinación de factores genéticos, físicos, ambientales junto con otros factores de riesgo.
Las causas más comunes de los trastornos psicóticos en niños y adolescentes son:
- Factores genéticos: algunos trastornos psicóticos se dan en varios miembros de la misma familia. Niños y adolescentes que tienen un miembro de la familia con un trastorno psicótico, como la esquizofrenia, tienen más riesgo de desarrollar psicosis. Aunque la predisposición genética es un factor de riesgo no quiere decir que todos aquellos niños que tengan un familiar con un trastorno psicótico vayan a desarrollar el trastorno.
- Factores físicos: algunos estudios de neuroimagen que han examinado el cerebro de personas con trastornos psicóticos identificaron diferencias en la estructura y la función cerebral. Se cree que neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y el glutamato juegan un papel importante en el desarrollo de estos trastornos. Además, aquellos niños que tengan peor salud o alguna condición médica crónica son más propensos a desarrollar psicosis.
- Factores ambientales: niños y adolescentes que han experimentado eventos de vida negativos, han vivido en malas condiciones o no han tenido un buen sistema de apoyo tienen más riesgo de desarrollar un trastorno psicótico.
Factores de riesgo:
- Historia familiar de trastornos mentales
- Consumo de alcohol, marihuana, alucinógenos
- Infecciones en el embarazo o hipertensión que afecten al bebé
- Altos niveles de estrés
Algunos consejos para padres
Además de acudir a un especialista hay una serie de cosas que puedes hacer para ayudar a tu hijo:
- Fomenta la participación en actividades o ejercicio físico de forma moderada. Es mejor que al principio lo haga acompañado de poca gente hasta que se vaya adaptando.
- Es importante tener unos niveles bajos de estrés y realizar actividades relajantes. Dedica unos minutos al día para respirar lentamente y de forma profunda con tu hijo. Además, realizar actividad física y seguir una alimentación sana (fruta, verduras…) pueden ayudar también.
- Mantener una buena rutina del sueño. Si tu hijo tiene problemas para dormir o duerme demasiado, habla con un especialista.
- Hay ocasiones en las que posiblemente tu hijo quiera estar solo o no pueda unirse a las conversaciones que hay a su alrededor. Es normal que en algunos momentos tenga problemas para enfocar su atención o realizar determinadas actividades, pasado un tiempo tu hijo volverá a pensar con claridad y a actuar con “normalidad” nuevamente. Es importante que en esos momentos trates de hablar con oraciones cortas y directas que no den lugar a ambigüedades, sé amable y positivo.