¿No hay ninguna razón para estar ansioso, pero aun así se da cuenta de que lo está? A lo mejor es usted una persona que analiza muy bien las situaciones, valora lo que debe ser importante y lo que no, pero le cuesta encontrar la manera de sentirlo y vivirlo con calma.
Cuando alguien es consciente de que tiene ansiedad y no la puede controlar, lo normal es que se enfade consigo mismo y que se llene de un sentimiento de rabia e impotencia (de esos que no ayudan mucho a sentirse realmente bien)
La razón para estar ansioso
Si no identifica las causas de su malestar, es posible que le ayude hacer un repaso a algunas causas probables. No espere que una sola lo explique. Lo normal es que exista un sumatorio de estas razones para que el malestar finalmente aparezca:
uno Evitar opiniones negativas: Cuando una persona se ve muy condicionada por la opinión de los demás, tenderá a evitar que sea negativa y/o falsa. Puede hacer por ganarse a los demás por medio de bromas, adelantarse a las necesidades antes de que se las pidan…
dos
Querer adelantarse a las necesidades de otros. Ser sensible a las necesidades de otras personas favorece el poder adelantarse a ellas. Puede ser muy gratificante hacerlo, pero también puede convertirse en algo ansioso si no ponemos filtro a esa actitud.
tres
La prisa para acabar cualquier tema pendiente, incluido el querer estar tranquilo y sin ansiedad, genera un estado de alerta que en muchas ocasiones es por sí suficiente para explicar el porqué estamos ansiosos. Cuando asignamos tiempos poco realistas y esperamos conseguir cosas cuando no corresponde, nos agobiamos más
cuatro No querer tener ansiedad es una causa importante a la hora de descubrir porque estamos ansiosos. Muchas personas sienten que el mero hecho de estar ansiosos es vergonzante. Es como sentir que no han sido capaces de estar tranquilos y han sucumbido a la presión. Hay veces que una situación genera ansiedad por la razón que sea y para cuando se quiere evitar o resolver ya es tarde para desactivar la ansiedad y volver a estar tranquilo en un plazo de tiempo breve.
Querer soluciones completas, no parciales. Cuando esperamos resolver temas en su totalidad y nos vemos limitados a resolver solo parte lo normal es aumentar nuestros niveles de ansiedad.
No asumir que para estar bien, o resolver algo es necesario pasarlo mal o tener sensaciones negativas antes de estar bien. No se asigna un tiempo para que ceda.
Incertidumbres, preocupaciones o amenazas hacia algo que ocurrirá y que no se consigue encontrar la solución de manera calmante a corto plazo. Es muy frecuente que el malestar que experimentamos de manera cotidiana esté asociado a la sensación de duda o de incertidumbre. Pueden ser dudas relacionadas sobre qué decisión tomar, o incertidumbres como la de qué pasará más adelante. Cuando esto ocurre el malestar tiende a aparecer generando incomodidad y cierto nivel de bloqueo. Casi siempre que una persona viene a la consulta de un psicólogo clínico agobiada, triste, con sensación generalizada de malestar emocional, puede apreciarse que las dudas o la incertidumbre son el motor principal de estas sensaciones.
Yo esto ya lo había solucionado….
Anticipaciones y querer encontrar soluciones para lo siguiente
Decisiones pendientes
Afrontar conflicto
Hace un tiempo escribía un artículo titulado: calma, no pasa nada. En él profundizaba sobre el concepto de racionalización y los beneficios de este mecanismo a la hora de afrontar las adversidades, anticipaciones, opiniones… Es un mecanismo muy necesario para alcanzar un buen equilibrio emocional, pero en ocasiones tiene efectos negativos. Buscar la tranquilidad y mantener el bienestar no es fácil. La manera más frecuente de intentarlo es por medio del pensamiento, el análisis de la situación e identificar cuál debería ser la emoción adecuada y no agobiante que se debería sentir. Algunos ejemplos podrían ser:
“¡Un sitio agradable debe generar sensaciones agradables! no me tiene que agobiar estar aquí”.
“Estoy acostumbrado a estas preocupaciones esto no me puede generar tanta ansiedad”.
“Ya sé que no puedo saber lo que va a pasar”.
“Paso de lo que digan, a mi no me importa”.
“No le voy a dar importancia, si lo consigo estará bien y sino da igual”.
No siempre se puede sentir lo que nos decimos solo porque sea lógico.
Todas estas frases son realistas y muy lógicas, pero en realidad no siempre se puede sentir lo que nos decimos solo porque sea lógico. A veces la razón no consigue producir el sentimiento que deseamos. En los artículos: magia de las pautas en psicoterapia y una regla de tres para resolver problemas psicológicos, abundé mucho sobre esto. El hecho es que las personas que confían demasiado su tranquilidad al pensamiento, a menudo se atascan cuando no lo consiguen, y rara vez se centran en hacer cosas.
Las personas que confían demasiado su tranquilidad al pensamiento, a menudo se atascan cuando no lo consiguen
Siempre que una persona se siente ansiosa, está utilizando mecanismos que le funcionan para calmarse pero solo a corto plazo. Lo normal es que buscar de ese modo la calma, nos meta en un bucle en donde nunca es suficiente lo que se hace para que estar calmado.
La mejor opción para conseguir la calma suele derivarse de no pelear constantemente por estar bien
Mecanismos para conseguir la calma
estar ansioso
La mejor opción para conseguir no estar ansieoso derivarse de no pelear constantemente por estar bien. Es decir si aprendemos que algunas situaciones han de generarnos malestar, ya tenemos el 80% ganado. No nos meteremos en una pelea contra el reloj buscando una tranquilidad que nunca acaba de llegar del todo. Cuando las razones del malestar son similares a las que detallaba al inicio de este artículo, pero nos permitimos que sea así, eso ya nos tranquiliza: “me importa lo que piense mi compañero de mi, y sí creerá que soy un poco seco cuando le dije que no le ayudaba con el informe”. A partir de este punto cada uno aprenderá mecanismos para llevar mejor la opinión de los demás, e incluso para que no importe. Pero lo primero es no pelear por no sentir lo que se siente. A veces es suficiente con dejarse sentir el malestar par a estar tranquilo
No pelear por no sentir
Cuidado con las comprobaciones: ¿Ha llegado una respuesta al WhatsApp?, ¿Ya vió el mensaje?, o ¿se ha descargado la película en el ordenador? Buscar la certeza de que cada tema pendiente está resuelto o lo va a estar en breve, da la sensación de poder calmar pero en realidad lo que hace es generar cada vez más ansiedad e inquietud. Valore cuán importante será saber ya algo. A veces cuando se piensa se descubre que no era tan importante.
Hacer más, pensar menos
Es importante pensar, pero es mucho más importante actuar, o hacer “cosas” para conseguir lo que queremos. A veces quedarnos en el pensamiento sólo hace que nos enquistemos en círculos irresolubles. Para conseguir salir de ellos creo que lo mejor son aplicar estrategias como las reglas de tres.