Gracias al polémico juicio de La Manada todos estamos más concienciados sobre lo complicado que resulta rehacer la vida después de sufrir una violación. Por eso hemos hablado con expertos, para que nos cuenten cómo ayudar en caso de que tengamos a alguna víctima entre nuestros seres queridos. Ojalá no ocurra nunca. Pero si pasara, estas son las fórmulas para estar a su lado y ayudar de verdad.
¿Qué puedo hacer cuando la violación es reciente?
Según un estudio realizado por el Hospital Clínic Universitari de Barcelona, las primeras reacciones que la víctima recibe tras la agresión sexual son esenciales para recuperarse de ella. Mostrarse comprensivo, calmado, libre de juicios y dispuesto a ayudar en lo que haga falta es el primer paso. Y por supuesto, no intentes restarle importancia a lo que le ha pasado.
La psicóloga Silvia Cintrano del Instituto Centta afirma que «no existe una fórmula mágica que reconforte a la persona agredida, pero sí algunas pautas que faciliten la gestión de esta situación. Acoger a la persona, empatizar, no juzgar ni cuestionar y ayudarle a comprender que es una víctima y no es responsabilidad suya ni consecuencia de sus actos.»
Recuerda que reunir el valor para contar lo sucedido es muy difícil, así que cuando lo haga no pongas nada en duda. Hazle sentir satisfecho de haber dado un paso al frente y haberlo contado. La profesional que hemos consultado recomienda «estar para cuando la persona quiera contar el evento, necesite un apoyo y ser escuchado», dejando que la víctima decida lo que comparte y cuánto comparte. Sé discreto y no muestres excesiva curiosidad.
«No es cuestión de saber los datos objetivos, ni de saber si la historia es coherente o no. Lo que importa es cómo le ha hecho sentir este evento y en las emociones no cabe cuestionar o juzgar puesto que es una vivencia personal y subjetiva.» – Silvia Cintrano, psicóloga especializada en sexología y terapia de parejas
Aconsejar que denuncie
En esta guía de ayuda a la víctima explican con detalle todos los pasos a seguir a la hora de ayudarla. Porque escucharla y estar a su lado es muy importante, pero ayudarla a tomar las decisiones adecuadas lo es también.
Cuéntale las posibilidades que tiene de denunciar al agresor. Recomiéndale acudir al hospital y a las autoridades, incluso aunque crea que no es lo que quiere. No olvides el consejo más complicado, que escriba todos los detalles de la violación para no olvidar nada en caso de decidir denunciarle. Será duro revivir lo ocurrido, pero puede ser útil a medio y largo plazo.
Continúa a su lado aunque ya te lo haya contado todo
Ten paciencia, la psicóloga especializada Silvia Cintrano afirma que «una agresión sexual es un evento traumático que afecta tanto a la integridad física como psicológica de la persona agredida y se necesita tiempo para poder integrarlo dentro de su historia vital«. Una vez que ya lo ha contado todo y se ha abierto a ti, cuando la has consolado, aconsejado y acompañado en todos los trámites, ¿qué puedes hacer después?
Pasadas dos o tres semanas el estado de tensión de la víctima irá amainandohasta sentirse mejor. Pero también puede ocurrir lo contrario. Como afirma la profesional de psicología Silvia Cintrano, «no todas las personas reaccionan igual ante este tipo de agresión, ni presentan los mismos ritmos».
Si la recuperación es más lenta y los síntomas afectan a su vida diaria, los profesionales de Hospital de Barcelona recomiendan que la víctima solicite ayuda profesional. «Pensará que no le hace falta y se sentirá decepcionada por no ser capaz de salir de ello sola», por lo que necesitará tu ayuda y tu compañía en el proceso. También deberás ayudarla a reanudar las actividades diarias que haya parado por un tiempo a causa de la agresión de forma gradual y progresiva.
«Normalizar la situación es vital. Es decir, no estar pendiente constantemente del evento, ni del impacto que ha tenido, ni preguntar reiteradamente «¿cómo lo llevas?», «¿estás bien?». Porque la persona agredida necesita también desconectar del hecho en sí, necesita tener sus tiempos de descanso. Es agotador pensar constantemente en ello, desgasta mucho y viene bien distraerse también de vez en cuando. Reírse, desconectar y pensar en otras cosas no significa que el evento no haya sido importante, sino que se quiere seguir avanzando con su vida.» – Silvia Cintrano, psicóloga del Instituto Centta.
A largo plazo
Aunque hayan terminado todos los procesos médicos y judiciales y no queden secuelas físicas, la mente responde con diversas reacciones. Estos sentimientos pueden tardar en aparecer y algunas situaciones pueden hacer que la víctima recuerde el trauma y experimente sentimientos que creía superados.
Silvia Cintrano afirma que esto se puede traducir en trastornos postraumáticoscomo «reexperimentación de la situación con pesadillas recurrentes y recuerdos constantes, pensamientos y sentimientos negativos, agitación o excitabilidad y, el más común, evitar situaciones que recuerden al trauma».
«En muchas ocasiones evitan sitios que les recuerden al evento. Mantener estas conductas sólo va a servir para asociar aún más las sensaciones de la agresión con ciertos contextos, es decir, se va a afianzar aún más si cabe una respuesta emocional a un contexto determinado. Si no se va exponiendo progresivamente, ese evento se va a encapsular y su integración en la historia vital va a ser más difícil.» – Silvia Cintrano.
¿Es posible que tu ser querido se recupere del todo de una experiencia como esta? Rotundamente sí. La propia psicóloga consultada afirma que «se puede aprender a integrar como una parte más de tu historia vital, aprender a manejar las emociones que genera su recuerdo, a que no tenga un impacto constante en tu vida y en tu rutina,… Reconciliarte con ese «yo» que vivió la experiencia, entenderle y mimarle. Con terapia y esfuerzo, no hay ninguna situación que no pueda superarse. El ser humano es capaz de adaptarse a prácticamente cualquier situación, solo que a veces se necesita un apoyo extra para ello.» Y ese apoyo habrás sido tú si la acompañas hasta el final.