Las relaciones de pareja son muy diferentes al inicio que pasados unos años. Las relaciones comienzan normalmente con intensidad: deseo sexual, necesidad de saber más del otro, deseo de hacer renuncias para que se sienta bien, necesidad de sentirse valioso y guapo para la pareja. La vida cotidiana, la necesidad de atender otros frentes como el laboral, los hijos, los amigos, y otras actividades de ocio poco a poco se van intercalando haciendo variar la intensidad inicial. La capacidad de cada uno para negociar necesidades, para dialogar, para tener objetivos propios y también ocio personal, son factores que suelen predecir la buena salud de la relación de pareja más allá del primer año.
Test de pareja. Valore la salud de su relación.
Valore con qué frecuencia se producen las siguientes afirmaciones:
- Me molestan gestos y actitudes de mi pareja.
- Suelo ser irónico para que se dé cuenta de lo que me molesta.
- La conversación acaba a menudo con frases del tipo: “pues vale”, “lo que tú digas”, “claro es que tu lo sabes todo”…
- Pasamos días sin llamarnos durante la mañana o la tarde.
- Tiendo a responsabilizar al otro de lo que no ha hecho o podría haber hecho mejor, especialmente cuando se producen consecuencias negativas.
- Le recuerdo frecuentemente, lo que hace mal (se olvida de hacer tareas y recados pendientes, la manera de hacer las cosas…)
- Pasan semanas sin tener relaciones sexuales.
- Me cuesta hacerle caricias o darle besos a lo largo del día.
Si tras hacerse estas preguntas detecta que la mayoría de las veces la respuesta es sí, y ocurre a menudo, es que la salud de su relación de pareja no es buena. Si aún no existen secuelas y quiere conseguir frenar el deterioro y mejorar su relación de pareja, valore hacer esfuerzos por romper las inercias negativas o pedir ayuda a un psicólogo clínico. Es parte de nuestra labor clínica prevenir y dar pautas para revertir estas situaciones.
¿Cómo sé si mi relación de pareja está mal?
Lo más importante es valorar nuestras sensaciones. Valorar el número de conflictos, el diálogo, la capacidad para realizar tareas juntos, el deseo sexual… Una relación de pareja puede pasar por etapas que no sean especialmente apasionadas o divertidas, pero lo importante es que no se cronifiquen y que paulatinamente se vayan reconduciendo hacia la cercanía y la sensación de que somos mejores cuando estamos con el otro.
¿Qué hay que tener en cuenta para evitar el desgaste en la relación?
Al inicio hablaba de varias capacidades que son especialmente indicadoras de buena salud de la relación de pareja: La capacidad individual para negociar necesidades, la capacidad de diálogo y la capacidad para crearse objetivos propios y ocio personal. Dicho de otra forma, cuanto mejor se sienten las personas que componen la pareja, cuanto mejor se llevan consigo mismas, mejor es la relación que establecen con el otro. Cuando uno se ve capaz de entretenerse, de quedar con amigos, de ganarse la vida… hace que los compromisos de pareja que asumamos sean fuertes y además hará que el otro se sienta especialmente orgulloso de haber sido el elegido por encima de otras personas Cuidado con expresar cariño sólo cuando se quiere tener una relación sexual
Por supuesto, además del bienestar de los componentes de la pareja es necesario trabajar por la propia relación: actividades de ocio comunes, relaciones sexuales en plazos de tiempo no superiores a 15-20 días entre ellas, atender a las necesidades y peticiones del otro, fomentar el compartir emociones, preocupaciones e ilusiones. Es importante la expresión de cariño por medio del contacto físico (caricias, besos…), Hay que tener cuidado y no confundir expresar cariño sólo cuando se quiere tener una relación sexual. Hay que crear planes con fecha, es bueno que haya una meta común: ir a una fiesta, comprar algo juntos, apuntarse a un curso de padel…
¿Todas las relaciones de pareja pueden salvarse?
Por desgracia no, no siempre lo que unió a la pareja inicialmente es suficiente para que mantenga la unión después. La capacidad para elegir a una pareja, la personalidad de cada uno y la necesidad de encontrar a alguien son factores que influirán en la compatibilidad de la pareja a largo plazo.