Miguel Ángel Pla
Psicoterapeuta – Coach Personal y Ejecutivo
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Teléfono: (81) 83 78 47 10
La comunicación expone lo que está pasando dentro del corazón humano.
Si tu corazón, tu realidad interna, está gobernando por el temor, entonces vas a telegrafiar eso a través de tu lenguaje corporal, expresiones faciales, palabras y tono. Por el contrario si tu corazón está gobernado por la fe, la esperanza y el amor, liberarás esta realidad a través de lo que dices y de cómo lo dices.
Si tu corazón está gobernado por el temor, entonces gran parte de lo que comunicas va estar diseñado, de hecho, para esconder lo que verdaderamente está pasando por dentro. Te retraes, pretendes que algo no te hace daño, o actúas como si estuvieras feliz aun cuando tu corazón se está rompiendo en el intento de evitar el dolor que puede infringir ser “auténtico”.
También es posible que a ti jamás te enseñasen cómo interpretar y traducir el lenguaje de tus pensamientos, emociones y deseos en palabras y mucho menos comunicárselo a los demás.
Hazte 2 preguntas:
· Si nunca llegaste a aprender a valorar y entender lo que está pasando en tu interior, ¿cómo puedes valorar y entender lo que está pasando en el interior de otra persona?
· Si no te conoces a ti mismo, ¿cómo puedes llegar a conocer a otra persona, alguien que tiene una experiencia y perspectiva completamente diferente, y valorar la verdad de lo que es?
La respuesta a ambas es sencilla, No puedes.
Los comunicadores pasivos intentan convencer al mundo de que todos los demás son más importantes que ellos. Su creencia central es, “Tu importas y yo no”. Cuando te enfrentas a una decisión conjunta en una relación, la persona pasiva insiste en que los pensamientos, sentimientos y necesidades de la otra persona importan más.
Las personas pasivas justifican el hecho de devaluarse definiéndose como siervos pacientes y sufridores que mantienen la paz y jamás crean problema alguno. Piensan que está bien no tener necesidades ni requisitos.
Si soy un comunicador pasivo, mentiré porque tengo miedo de lo que harás si te enteras de que tengo necesidades.
El comunicador agresivo. Su creencia central es “Yo importo pero tú no”. Los comunicadores agresivos saben cómo conseguir lo que quieren.
El estilo de comunicación pasivo-agresivo es el más sofisticado, así como el más escurridizo de los estilos de comunicación basados en el temor. Es lo peor del pasivo y lo peor del agresivo.
Manipulan y controlan a los demás a través de un engaño activo y formas de castigo sutiles pero mortíferas.
La comunicación asertiva es “Tu importas y yo también”
Los comunicadores asertivos se niegan a tener relaciones o conversaciones en las que ambas personas no tengan un valor alto e igual. Este proceso realza su capacidad de valorar y entender lo que les comunica la otra persona sobre su propio corazón.
No tienen miedo a ser poderosos ni de permitir que otras personas sean poderosas dentro de una relación o conversación.
Pueden establecer límites consistentes alrededor de la conversación para que ésta siga siendo respetuosa y requieren que ambas partes participen en iguales términos.
Cuando te comprometes a convertirte en el mejor comunicador que puedes llegar a ser, te comprometes con la conexión y a ser una persona verdaderamente poderosa. No solo cambiará tu relación con tu corazón para mejor, sino que tus relaciones con los demás se verán transformadas.