Miguel Ángel Pla – Psicoterapeuta
Haz una cita al teléfono: 83-78-47-10
Para conocer la paz debemos reconocer lo que hay dentro de nosotros que ya está en paz. La paz se encuentra en la mente. El cuerpo no puede decirnos lo que debemos sentir porque la fuente de nuestra experiencia es la mente, sin importar cómo elegimos utilizarla.
No somos víctimas del cuerpo y la mente realmente no puede ser amenazada. Por esto siempre hay un camino hacia la libertad.
La salud es paz interna. La curación es olvidarse del temor. Tener como objetivo cambiar el cuerpo es no reconocer que nuestro único objetivo es la paz mental.
Sin importar el estado de nuestro cuerpo sabemos que el estado natural de la mente es la paz y el amor. Cualquier persona que lo quiera puede tener paz interna.
Para tener descanso interno, contención y una experiencia creciente de libertad y liberación, es necesario cuestionar nuestro viejo sentido de identidad.
Actualmente hay muchos sistemas de pensamientos que reconocen que el cuerpo no es un límite de la mente, que hay una realidad que espera ser reconocida más allá de lo que ven los ojos y escuchan los oídos físicos y que una sola fuente une todas las mentes en un estado que podemos experimentar aquí y ahora.
Para experimentar la paz, cada uno de nosotros debe elegir entre ver su identidad severamente limitada y pequeña o infinita y llena de amor. No tenemos que establecer límites a la salud y la felicidad porque los doctores, padres, amigos, y medios o la sociedad, digan que siempre habrá cosas que no podemos cambiar.
La seguridad se encuentra en el “podemos”. Siempre elegimos entre lo que afirma la vida y lo que la niega. Nuestros pensamientos nos apoyan y nos llevan hacia arriba, o comienzan a hundirnos en la depresión y la desesperanza.
Nuestras ideas son como piedras en el camino. No hay un solo pensamiento que no nos lleve a algún lugar, y por esto no debemos dejar nuestra mente en un estado de temor si deseamos encaminarnos hacia la paz y la salud interna.
Para liberarnos del temor necesitamos de una sola cosa: una meta que no sea temerosa. Tratar de cambiar algo es una forma de batalla.
Desear algo que solamente puede ser en nuestro futuro, bloquea nuestro potencial para ser felices ahora. Por ende, es importante establecer un objetivo que puedas cumplir ahora. Haz de este instante tu puerta hacia la libertad y descubrirás que se abrirá un poco más cada vez que regreses a este momento de paz.