¿Cuándo es momento de ir a terapia?
En cierto sentido, cualquier persona puede beneficiarse de los servicios psicológicos que incrementan y mantienen el bienestar general, y promueven la libertad para tomar decisiones y la fuerza para existir. Hay casos sin embargo en que es necesario o muy recomendable buscar ayuda psicológica.
Es recomendable acudir a terapia psicológica cuando existe un problema que supera las fuerzas que tienes en determinado momento para solucionarlo, que te impide vivir y experimentar bienestar y que por lo tanto te ocasiona malestar y sufrimiento. Un problema existe cuando hay una discrepancia entre lo que haces y lo que quisieras estar haciendo, o entre los resultados que obtienes (conductual y emocionalmente) y los resultados que quisieras tener. Es por esta razón que las personas pueden necesitar ayuda psicológica.
En ocasiones no es tan sencillo detectar que existe esta discrepancia, lo único que sentimos es malestar, inconformidad o sufrimiento. E incluso cuando se llega a identificar el problema a veces no es tan simple solucionarlo, en el sentido que posiblemente no dependa de una decisión de la conciencia. Por ejemplo, para Jack Nickolson, en la película Mejor Imposible (As Good As It Gets), no es tan sencillo como proponerse que a partir del próximo lunes va a dejar a un lado sus obsesiones, y dejará de lavarse las manos 10 veces antes de acostarse. Existen también resistencias inconscientes que bloquean lo que nos proponemos. Es por esto que resulta difícil lograr un cambio a este nivel, aunque nos lo propongamos.
Los motivos para acudir con un psicólogo pueden ser una dificultad personal, como la ansiedad o malestar, una situación dolorosa, como una enfermedad, duelo, trauma o separación, dificultades relacionales, como problemas de pareja o en el trabajo, o bien un deseo de cambio o de trabajo en sí mismo.