Miguel Ángel Pla
Psicoterapeuta – Coach personal y ejecutivo
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A continuación te brindamos los 4 ejercicios que pueden ayudarte a cambiar tu estado de ánimo de manera instantánea. ¡Ponlos en práctica hoy mismo y haz tu día más productivo y feliz!
- Camina erguido
Tu disposición corporal es consecuente con tus emociones. Si te fijas, éste adopta diferentes posturas dependiendo de cómo te estés sintiendo: triste, contento o entusiasmado. Cada emoción en ti se expresa a través de tu cuerpo cambiando así la posición de tus hombros, cabeza, espalda, brazos, manos, etc. Sin embargo aunque no lo creas, tu disposición corporal también afecta tus emociones, es una relación bidireccional que se retroalimenta en ambos sentidos.
Por lo tanto si siempre caminas erguido y con la cabeza en alto, afectas positivamente tu estado de ánimo, sea cual sea el que estés viviendo.
Ejercicio: imagínate muy triste y cuando sientas que tu cuerpo refleja a cabalidad esa emoción, oblígate a erguirte y a caminar con la cabeza en alto. ¿Cómo sientes que te afectó? ¿Pudiste mantener la misma emoción?
- Sonríe
Aquí el principio es el mismo que el anterior y las conductas se complementan. Si caminas erguido y con la cabeza en alto y lo acompañas de una sonrisa amable, eso te predispondrá positivamente frente a la vida.
Ejercicio: imagínate muy enojado y luego esboza una sonrisa. ¿Qué pasó dentro de ti? ¿Pudiste mantener la emoción inicial?
- Mira a los ojos
Existe un juicio negativo, comúnmente aceptado en nuestra sociedad, respecto de las personas que no miran a la cara: “Son personas poco confiables”.
Ejercicio: respóndete estas preguntas: ¿Cómo son las personas con la gente en la que confían? ¿Cómo te sientes cuando la gente confía en ti? ¿Te serviría contar con la confianza de las personas? ¿Que podrías lograr si contaras con la confianza de más personas? ¿Cambia eso cuando miras a las ojos a las personas?
- Presta atención a tu respiración
La respiración es un acto involuntario, sin embargo puedes hacerlo consciente; eso te permitirá lograr bajar la presión en los momentos en los que más lo necesites. ¿Cómo? Escucha como entra y sale el aire de tu cuerpo. Al exhalar procura soltar tu estómago y soltar todo el aire que está en tus pulmones.
Toma conciencia de tu respiración por unos momentos. Si vienen algunas ideas a tu mente solo déjalas pasar y vuelve a tu respiración. ¿Cómo te hace sentir? Este ejercicio de “toma de conciencia respecto de tu respiración” puedes acompañarlo con la “toma de conciencia respecto de tu cuerpo”. Hazlo en este momento: Respira por unos segundos. Entra en él y una vez ahí, siente la contención que tú mismo te puedes proveer. ¿Cómo te hace sentir? Tú no eres tu cuerpo, tú estás siendo contenida/o por él.
Este tipo de ejercicios te traen al momento presente, al “aquí y al ahora”, que es lo único que realmente existe.
¡Haz de esta práctica un hábito saludable!