Miguel Ángel Pla
Psicoterapeuta – Coach personal y ejecutivo
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¿Qué pasa con el amor después de casarse? ¿Es una experiencia normal? ¿Por qué tenemos tantos divorcios en nuestro país? No puedo creer que esto suceda. Y los que no se divorcian, ¿aprenden a vivir sin amor, o es que el amor en verdad permanece vivo en algunos matrimonios? Y si es así, ¿Cómo hacen que el amor siga vivo?
Estas son las preguntas que miles de personas casadas y divorciadas se hacen hoy en día. Algunos preguntan a los amigos, otros a los consejeros y a los clérigos, y otros se preguntan a sí mismos. A veces las respuestas son dadas en la jerga de la investigación psicológica, lo cual es casi incomprensible. Otras veces se expresan de manera humorística y folclórica. La mayoría de las bromas y de las frases de condolencia tienen algo de verdad, pero son como darle una aspirina a una persona que tiene cáncer.
EI deseo de amor romántico en el matrimonio está profundamente enraizado en nuestra estructura psicológica. Casi todas las revistas populares tienen por lo menos un artículo en cada número sobre cómo mantener vivo el amor en el matrimonio. Abundan los libros sobre el tema. Las charlas de radio y televisión tratan de eso. Mantener vivo el amor en nuestro matrimonio es un asunto muy serio.
Con todos los libros, revistas, y toda la ayuda disponible, ¿por qué es que tan pocas parejas parecen haber encontrado el secreto para mantener vivo el amor después de la boda? ¿Por qué es que una pareja puede asistir a un taller de comunicaciones, oír ideas maravillosas sobre cómo mejorar la comunicación, regresar a casa y encontrarse totalmente incapacitadas para poner en práctica los patrones de comunicación demostrados? ¿Cómo es que leemos el artículo de una revista sobre «Las 101 formas de expresar amor a su cónyuge», seleccionamos dos o tres de ellas que nos parecen especialmente buenas para nosotros, las probamos, y nuestro cónyuge ni siquiera reconoce nuestro esfuerzo? Renunciamos a las otras 98 formas y regresamos a la vida de costumbre.
Si queremos ser efectivos comunicadores de amor, debemos estar dispuestos a aprender el lenguaje amoroso más importante de nuestro cónyuge.
El problema es que hemos pasado por alto una verdad fundamental:
Una vez que usted identifique y aprenda a hablar el lenguaje amoroso principal de su cónyuge, creo que habrá descubierto la clave para un matrimonio duradero y lleno de amor. El amor no necesita esfumarse después de la boda, pero para mantenerlo vivo, la mayoría de nosotros tendremos que esforzarnos para aprender un segundo lenguaje amoroso. No podemos contar solamente con nuestra lengua nativa si nuestro cónyuge no la entiende. Si queremos que él o ella sientan el amor que tratamos de comunicar, debemos expresarlo en su lenguaje amoroso principal.