Miguel Ángel Pla
Psicoterapeuta – Coach Personal y Ejecutivo
Teléfono: 8115165494 ó 83784710
¿Decide la gente un día dejar de amarse?
La respuesta, tristemente, es que sí. Pero normalmente no es una decisión consciente. En la mayoría de los casos es una reacción ante el dolor o el temor al dolor.
Los seres humanos normalmente desarrollan tres relaciones, clásicas ante la amenaza del dolor: lucha, huida o quedarse paralizado. Todas estas reacciones tienen la misma meta: la distancia.
Queremos apartarnos de las cosas que nos asustan y que nos pueden hacer daño.
La pregunta clave es cómo reaccionarás ante el dolor que experimentarás en las relaciones. Si recaes en las relaciones clásicas impulsadas por el temor, por necesidad tendrás que tratar a las personas como si fueran serpientes de cascabel. Una de dos, o huirás o intentarás controlar a la gente para que no te haga daño. El problema es que ninguna de estas dos opciones te ayudará a perseguir ni proteger la meta de la conexión en una relación.
Hay una gran mentira que sueles creerte: la mentira de que puedes y debes controlar a los demás. No puedes controlar a los demás, la única persona a la que puedes controlar, en un buen día, es a ti mismo.
¿Quieres ganarla batalla entre el temor y el amor en tus relaciones?
Puedes empezar comprometiéndote con estas 2 cosas fundamentales:
- Es mi tarea controlarme. No tengo la opción de controlar a los demás.
- Mi meta principal y mi prioridad en las relaciones es construir y proteger la conexión.
Recuerda que el amor perfecto hacia nosotros y hacia los demás es sin temor.
“No te ha sido dado espíritu de temor, sino de poder, amor y dominio propio”.