Miguel Ángel Pla
Psicoterapeuta – Coach personal y ejecutivo
Teléfono: (81) 83 78 47 10
Nos hemos montado en un carrusel frenético, que gira tan rápido que no podemos aferrarnos a nada, tan rápido que no nos podemos bajar.
Si por casualidad llegamos a tener un minuto libre, no lo utilizamos para concentrarnos en nosotros mismos, no pensamos en nosotros. Nos ponemos nerviosos; nos da pánico y tratamos de hacer algo o buscamos a alguien que nos diga qué hacer.
Si constantemente estás cansado, estresado, decaído emocionalmente o incluso deprimido, preocupado e infeliz, es que estás ignorando a tu auténtico yo y viviendo a una vida que sólo deja pasar los momentos.
¿Te quejas constantemente de tener sobrepeso y sin embargo lo mantienes? ¿No has podido hacer ejercicio, regresar a la escuela, cambiar de trabajo, enfrentarte con tu pésimo matrimonio, conseguir una cita, adquirir un pasatiempo o manejar el dolor que acarreas desde tu infancia? Si es así, no es posible que estés viviendo en armonía con quien estabas destinado a ser. Si tu vida está dominada por la ansiedad y la preocupación y tú no haces absolutamente nada para cambiar, eso también es un mal augurio.
Ignorar lo que eres, lo que auténticamente eres, puede literalmente matarte.
Expertos médicos dicen que podemos perder hasta 14 años, respecto a nuestra expectativa de vida, si vivimos bajo condiciones constantes de estrés como las que hemos descrito.
Empieza a preguntarte ¿Qué es lo que te importa: ¿Qué quieres? ¿Qué necesitas para formar parte de tu vida?
Toda la responsabilidad recae en ti, porque tú, ya sea pasiva o activamente, te has estado burlando de ti mismo, al ponerte a ti y a lo que te es importante hasta el final de la lista de prioridades.
Cuando nos vendemos, las cosas que abandonamos primero son las que sólo nos importan a nosotros. ¿Por qué? Para no desilusionar a nadie.
Encuentra a tu auténtico yo, tienes la obligación de hacerlo. Si tienes la mente tan cerrada para hacerlo por ti mismo, hazlo por tus hijos, familia o cualquier otra persona que signifique mucho para ti. De otra manera no te vas a recuperar a ti mismo, ellos no te van a recuperar, y eso, créeme no está nada bien.