Si le preocupa que usted o algún familiar o alguien cercano a usted pueda tener trastorno bipolar, es el momento de buscar ayuda. Y ahora ¿dónde debería usted buscar esa ayuda? La respuesta puede variar en función de sus circunstancias personales y de la opinión que le merezcan los servicios de salud a los que tenga acceso. En la mayoría de los casos, el primer punto de contacto debe ser su médico de familia.
Este podrá hacer una evaluación inicial y decidirá si debe derivarle a un especialista.
En algunos casos, podrá buscar usted mismo la atención especializada a través de un centro ambulatorio que cuente con un servicio de salud mental.
Si tiene problemas en consultar directamente con el personal médico, quizás prefiera hablar con un trabajador social o alguien cercano que le pueda ayudar inicialmente.
Dichas personas podrán indicarle y posiblemente acompañarle al mejor lugar para recibir atención médica.
Los grupos creados por personas que padecen trastorno bipolar o por familiares y cuidadores son también una valiosa fuente de información y orientación durante las etapas iniciales (y posteriores) del trastorno bipolar.
El mensaje más importante, independientemente de con quien decida hablar sobre lo que le preocupa, es que debe DECÍRSELO A ALGUIEN.
No sufra en silencio, solo empeorará las cosas. La clave de un diagnóstico exacto y un tratamiento óptimo es mantener el diálogo con el equipo médico que le atiende. La comunicación puede ser la clave de un tratamiento eficaz.
Qué decir
Una vez que ha decidido buscar ayuda, su siguiente tarea es decidir qué información hay que transmitir. Una de las razones por las que el trastorno bipolar se diagnostica mal con tanta frecuencia es que al médico solo se le cuenta la mitad de la historia. Las personas con trastorno bipolar pueden no sentirse enfermos durante períodos de excitación o euforia, de modo que solo consultarán al médico cuando estén deprimidos.
El médico solo ve una de las fases de la enfermedad y puede que haga un diagnóstico incorrecto, lo cual puede retrasar el establecimiento del tratamiento adecuado. Para asegurarse de que su médico tenga toda la información que necesita para ofrecer un diagnóstico completo, deberá:
- Decir siempre la verdad. Ocultar información sobre su enfermedad, aunque sea insignificante, puede entorpecer el diagnóstico y retrasar el tratamiento adecuado.
- Considerar la posibilidad de llevar a un miembro de la familia con usted. Ellos podrán ofrecer una perspectiva distinta sobre su comportamiento y estado de ánimo.
- Ofrecer al médico una descripción completa de todos sus síntomas, tanto maníacos como depresivos. Si es posible, haga una descripción de los síntomas, cuándo los experimenta y durante cuánto tiempo.
- Mencionar cualquier antecedente familiar de trastorno bipolar o cualquier otro problema de salud mental.
- Mencionar cualquier cambio observado en su patrón de sueño – dormir más de lo habitual, menos de lo habitual, despertarse temprano por la mañana, etc.
- Aportar información sobre cualquier otra enfermedad que padezca.
- Informar al médico de todos los fármacos que toma, tanto los que adquiere con receta como los de venta sin receta. Aquí se incluyen los medicamentos que tome por enfermedades físicas o mentales.
- Hablar sobre su estilo de vida, incluido el estrés en el trabajo y cualquier acontecimiento reciente desagradable y también los “muy buenos” (casarse, recibir una suma de dinero considerable que no esperaba, cambiarse a una casa mejor etc).
- Ser sincero sobre la cantidad de alcohol que bebe y/o de las drogas que toma.
Qué puede esperar de su médico
La mayoría de los médicos querrán evaluar su salud mental y física antes de decidir cómo proseguir. Las técnicas que pueden usar son:
- Formular preguntas – la recogida de la información mencionada más arriba le ayudará a responder a las preguntas del médico
- Exploración física – peso, presión arterial, etc.
- Análisis de sangre – para descartar una enfermedad tiroidea y comprobar su estado de salud física.
- Cuestionarios que rellenará usted mismo – algunos médicos utilizan cuestionarios estándar para evaluar las funciones mentales del paciente.
- Basándose en los resultados de estas pruebas, el médico psiquiatra podrá decidir sobre el diagnóstico, o si se trata del médico de familia podrá decidir la derivación al psiquiatra. O bien, le puede pedir que observe su estado de ánimo y capacidad para funcionar durante un período de tiempo.
El diagnóstico
Si su psiquiatra diagnostica que los síntomas que padece son debidos al trastorno bipolar, su médico deberá explicarle qué sucederá a continuación en términos de tratamiento y de control continuado de la enfermedad. Este puede ser un momento de gran estrés y confusión. Lo más probable es que tenga tantas preguntas que hacer al médico que lo mejor sería que las pensase con antelación para obtener la máxima información posible. Aquí le hacemos algunas sugerencias:
- ¿Por qué cree que tengo trastorno bipolar?
- ¿Qué va a pasar ahora? ¿Me tienen que hacer más pruebas?
- ¿Me puede recomendar algún grupo de ayuda local o páginas web donde pueda obtener información?
- ¿Qué tratamiento recomendaría? ¿Y por qué?
- ¿Cómo me ayudará este tratamiento?
- ¿Tiene este tratamiento algún efecto secundario?
- ¿Qué pasará si el tratamiento no funciona?
- ¿Necesito psicoterapia?
- ¿Con quién debería contactar en caso de urgencia?
Reticencia a buscar ayuda
Si es usted un cuidador o un familiar, habrá momentos en los que piense que su ser querido debería buscar ayuda médica y, sin embargo, este será reticente a consultar con un médico. Puede ser una situación extremadamente difícil, que requiere delicadeza. Usted es quien mejor conoce a su ser querido, por lo que sólo usted podrá decidir la mejor manera de actuar. Algunas técnicas que pueden resultar útiles son:
- Discutir la situación con antelación, mientras su ser querido se encuentre todavía bien. Pida consejo sobre cómo debe proseguir si se plantea esa situación.
- Pedir consejo a otros cuidadores o a un grupo de apoyo familiar.
- Presentar a su ser querido a alguien al que ya se le haya diagnosticado trastorno bipolar. Simplemente hablar con alguien que haya pasado por este proceso puede ayudar a disipar muchos miedos. Si todo esto falla, existe un procedimiento legal que puede conducir al ingreso y tratamiento involuntario. Evidentemente, se trata de una medida que genera una gran angustia y nunca ha de tomarse a la ligera. Puede conseguir más información sobre el ingreso y tratamiento obligatorios de su grupo de ayuda local, de los servicios sociales o de los servicios de salud mental.