El Apego es Adicción:
Depender de la persona que se ama es una manera de enterrarse en vida, un acto de automutilacion psicológica donde el amor propio, el autorrespeto y la esencia de uno mismo son ofrendados y regalados irracionalmente. Cuando el apego esta presente, entregarse, mas, que un acto de cariño desinteresado y generoso, es una forma , de capitulación, una rendición guiada por el miedo con el fin de preservar lo bueno que ofrece la relación. Bajo el disfraz de amor romántico, la persona apegada comienza a sufrir una despersonalizacion lenta e implacable hasta convertirse en una anexo de la persona “amada”, un simple apéndice.
De manera contradictoria, la tradición ha pretendido inculcarnos un paradigma distorsionado y pesimista:el autentico amor, irremediablemente, debe estar infectado de adicción. Un absoluto disparate. No importa como se quiera plantear, la obediencia debida, la adherencia y la subordinación que caracterizan el estilo dependiente no son lo mas recomendable.
El Desapego no es indiferencia
Amor y Apego no siempre deben ir de la mano. Lo hemos entremezclado hasta tal punto, que ya confundimos el uno con el otro. Equivocadamente, entendemos el desapego como dureza de corazon, indiferencia o insensibilidad, y eso es incorrecto. El desapego no es desamor, sino una manera sana de relacionarse, cuyas premisas son: independencia, no posesividad y no adiccion.. La persona no apegada (emancipada) es capaz de controlar sus temores al abandono, no considera que deba destruir la propia identidad en nombre del amor, pero tampoco promocionar el egoismo y la deshonestidad.
Desapegarse no significa salir corriendo a buscar un sustituto afectivo, volverse un ser carente de toda etica o instigar la promiscuidad. La palabra libertad nos asusta y por eso la censuramos. Declararse afectivamente libre es promover afecto sin opresion, es distanciarse en lo perjudicial y hacer contacto en la tenura. El individuo que decide romper con la adiccion a su pareja entiende que desligarse psicologicamente no es fomentar la frialdad afectiva, porque la relacion interpersonal nos hace humanos (los sujetos “apegados al desapego” no son libres, sino esquizoides). No podemos vivir sin amor, pero si podemos amar sin esclavizarnos. “Una cosa es defender el lazo afectivo y otra muy distinta ahocarse con el”. El desapego no es mas que una eleccion que dice a gritos: “EL AMOR ES AUSENCIA DE MIEDO”.
El Apego desgasta y enferma
Otra de las caracteristicas del apego es el deterioro energetico. El sobregasto de un amor dependiente tiene doble faz. Por un lado, el sujeto apegado hace un despliegue impresionante de recursos para retener su fuente de gratificacion. Los activo-dependientes pueden volverse celsos e hipervigilantes, tener ataques de ira, desarrollar patrones obsesivos de comportamiento, agredir fisica o llamar la atencion de manera inadecuada, incluso mediante atentados contra su propia vida. Los pasivo-dependientes tienden a ser sumisos, dociles y extremadamente obedientes para intentar ser agradables y evitar el abandono. El repertorio de estrategias retentivas, de acuerdo con el grado de desesperacion e inventiva del apegado, puede ser diverso, inesperado y especialmente peligroso
La segunda forma de despilfarro energético no es por exceso, sino por defecto. El sujeto apegado concentra toda la capacidad placentera en la persona “amada”, a expensas del resto de la humanidad. Con el tiempo, esta exclusividad se va convirtiendo en fanatismo y devoción: “Mi pareja lo es todo”. El goce de la vida se reduce a una mínima expresión: la del otro.
El apego enferma, castra, incapacita,elimina criterios, degrada y somete, deprime, genera estrés, asusta, cansa, desgasta y, finalmente, acaba con todo el residuo de humanidad posible.