Miguel Ángel Pla
Psicoterapeuta – Coach personal y ejecutivo
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Existe otra infidelidad además de la común que es la infidelidad emocional de la cual según este mismo instituto tres de cada 10 mujeres y cuatro de cada 10 hombres la cometen.
La infidelidad emocional pareciera ser más grave aunque la sexual porque la idea es que «nada está ocurriendo» .
Si bien ambas infidelidades son complicadas y traen consecuencias difíciles de sobrellevar. Esta es mucho más complicada ya que la persona puede establecer una relación emocional sin tener ningún tipo de contacto físico y pensar que «no está haciendo nada malo». Estas actualmente son muy comunes desde que existe la web, los chats, las redes sociales, los mails y los msn.
La infidelidad emocional pareciera ser más grave aún que la sexual
Ser infiel emocionalmente significa que la persona quiere ausentarse temporalmente de la relación sin tener que abandonar a la pareja ni a la familia.
Al no tener ningún contacto físico el infiel piensa que lo que está haciendo no tiene consecuencias ya que no hay intercambios físicos.
El alejamiento de la pareja puede aumentar el deseo sexual, pero tener un amante a la distancia que esté siempre y cuando lo necesita puede volverse una adicción.
La emoción de intercambiar miradas cómplices y de releer los chats y los mails cuantas veces quiera es el combustible ideal para mantener una aventura que no parece riesgosa, además de la seguridad que brinda el secreto y del miedo de ser descubierto.
Tener un amante a la distancia puede volverse una adicción
Todos estos elementos hacen este tipo de relaciones se conviertan en muchos más riesgosas aún. He atendido varios casos y realmente algunos se vuelven una adicción difícil después de superar.
¿Has tenido alguna de esas experiencias?