Miguel Ángel Pla
Psicoterapeuta – Coach personal y ejecutivo
Teléfono: (81) 83 78 47 10
Todos tenemos amigos tóxicos.
Personas que andan rondando nuestra vida, que nos hacen más mal que bien y que por alguna razón inexplicable mantenemos como si fueran un dechado de virtudes.
En situaciones de límite debemos limpiar el ambiente que nos rodea de estímulos negativos y rodeados de afecto y tranquilidad.
Amigos tóxicos los hay de todo tipo. Los cargamos por la vida, nos acostumbramos a ellos o simplemente los justificamos diciendo que hay que aceptar a la gente tal y como es con todo y defectos.
El problema se presenta cuando esos defectos son sumamente contaminantes para nuestra salud mental y nuestros intereses vitales.
Las amistades que asumen el papel de jueces son inaguantables, censores expertos en señalar lo negativo, así les muestras infinidad de cosas positivas.
Es conveniente que trates de contener la avalancha de diatribas y censuras porque de otra manera terminarás formando parte de ese cuento…
Los buenos amigos te apoyan, incluso te dicen mentiras piadosas y no son totalmente objetivos cuando estás mal. Quizá cuando te vean más fuerte pueden hacerte una crítica constructiva, pero no meten el dedo en la llaga inútilmente.
Lo importante es que aprendas a estar alerta y no entregarte a quien te lastime. No tienes ninguna obligación de estar con alguien que te daña. Si aprecias demasiado esa relación, podrías explicarle qué es lo que te molesta y verificar si hace algún cambio de beneficio para ambos y si no es así aléjate.
La amistad es una suerte, un regalo que te hace la vida. No es un castigo que debes de tolerar.