Miguel Ángel Pla
Psicoterapeuta – Coach personal y ejecutivo
Teléfono: (81) 83 78 47 10
Seguramente te habrás dado cuenta de que, en más de una ocasión, has hecho cosas sin ser consciente de ellas y que, durante el transcurso de un mismo día, no has podido recordar algunos de tus actos, de tus palabras o de tus pensamientos. Seguramente, habrás hecho cosas para los demás sin preguntarte si realmente deseabas hacerlas.
En el mundo, como media, el ser humano en un 90% inconsciente y un 10% consciente de lo que piensa, de lo que dice o de lo que siente. ¿Te sorprende? Esto significa que, durante todo un día utilizas el 90% de tu tiempo en actuar, hablar y pensar de forma mecánica.
Vamos a intentar modificar tu estado de consciencia, pues para provocar lo que deseas ser o tener es primordial que seas consciente de lo que piensas, de lo que haces, de lo que dices o de lo que quieres.
La parte de tu mente a la que llamamos subconsciente afecta directamente al plexo solar, zona situada entre el ombligo y la zona del corazón. Lo que queda registrado en el subconsciente actúa sobre tus emociones, las cuales, a su vez, influyen en forma de actuar.
¡El subconsciente está presente para acudir en tu ayuda y para mantenerte cuerdo!
El subconsciente es una parte de ti mismo que no razona. Lo acepta todo de la misma forma en que un ordenador acepta todos los datos que le son introducidos.
Eso importante prestar atención a lo que entra en tu subconsciente. Es tu más fiel servidor. No conoce ni el bien ni el mal; no sabe diferenciar entre lo que puede resultarte beneficioso o perjudicial. Simplemente, se limite a darte los resultados de lo que le transmites.
Es una gran fuerza que posees en tu interior. ¿Por qué no utilizarla para tu propio beneficio? Todo ser humano posee una mente consciente, una mente subconsciente y una superconsiente y la forma de utilizarlas sólo le concierne a él.
A partir de ahora, empieza a visualizar cómo desearías que fuese tu vida? Debes saber que tu subconsciente no comprende ni el pasado ni el futuro. Si le dices: “Algún día conseguiré tal cosa” no entenderá. Sólo comprende la imagen de la cosa ya realizada. Debes de visualizarte con aquello que deseas.