- Aprenda a perder. – Actualmente todos trabajan con las tres ’p’ metidas en la cabeza: prestigio, poder y posición, pero una de las claves es aprender a perder. Nos preparan para ser los mejores, pero nadie nos enseña a tener metas reales, normales.
- Defienda sus derechos día a día. – Para manejar el estrés cotidiano es imprescindible marcar límites, saber decir no. Hay que defender su dignidad personal.
- Dé para recibir. – El amor es recíproco: la gente que es fiel espera fidelidad, la gente que da sexo, espera sexo, la que es tierna espera ternura.
- No solo se ama con el corazón. – También con el cerebro. Hay una parte afectiva, pero también racional. El amor no viene listo de fábrica, por eso la gente confunde el amor con el enamoramiento.
- Amor propio. – Una filosofía sana, orientada al autoamor, es cuidarse por sobre todas las cosas y no producirse daños. Quererse a sí mismo es contemplarse, cuidarse y expresarse amor de manera responsable, buscando su crecimiento personal y no su ruina.
- La autoestima. – La necesidad desesperada de aprobación siempre esconde una muy baja autoestima, la cual se intenta compensar mostrando claves de atractibilidad.
- Con el ego. – Si no posee metas o son demasiado diminutas, su ego será raquítico y frágil.
- Tiempo para sí mismo. – Es un acto de irresponsabilidad no dedicarse tiempo a sí mismo. Si hacemos de la postergación del placer una manera de vivir, nos convertimos en zombis.
- El perdón. Para solicitar perdón, solamente se llega por un camino: la humildad. Pero una humildad decorosa.
- Los ex. – Si el ex no está procesado puede aparecer como una opción para la memoria por siempre.
- No más cargas. – Haga una lista de las luchas que no considera suyas, de las que está cansado de insistir. Asuma con pasión lo que verdaderamente quiera llevar adelante y deseche esos viejos encartes.